Algunos Hábitos De Higiene Personal Que En Realidad Nos Podrían Perjudicar.
Desde que la humanidad ha descubierto la existencia de los gérmenes y del jabón, esta se ha preocupado de mantener los entornos lo más limpios posibles. Es por eso que en la cultura popular se recomiendan ciertas cosas para mantener a los microbios lo más alejados posible de nuestros cuerpos, y más concretamente hablando, de nuestras bocas. Pero lamentablemente algunos de estos consejos en realidad estan bastante equivocados ¿sabes de cuáles estamos hablamos? Probablemente sepas de algunos, pero aun así te recomendamos que te quedes para que conozcas algunos datos que de seguro te ayudarán para tener hábitos mas saludables.
Pelos en la nariz
Imaginemos que estamos hablando con alguien y que, mientras tratamos de enfocarnos en su rostro, notamos que algo no está bien, que sobresale y arruina todo el panorama, ¡claro! Son los pelos de la nariz de tu amigo que tiene rato hablando y no puedes dejar de observar. ¿Deberíamos decirle que se los quite?
Según la recomendación de los expertos, extraer los pelos de la nariz no es algo recomendable ya que dejará tus folículos expuestos a las bacterias, literalmente hablando, les dejarás vía libre a que entren a tu cuerpo. Los vellos de la nariz sirven como filtros para garantizar que el aire que entra a nuestros pulmones está lo más limpio y libre de bacterias posible.
Bañarse diariamente
Desde pequeños nos han inculcado que debemos bañarnos todos los días e incluso, que está bien hacerlo varias veces el mismo día y siempre que queramos. ¿Qué puede estar mal con querer oler bien y fresco? Pues, la realidad es que a nuestro cuerpo tanto baño no le agrada demasiado.
El cuerpo humano produce aceite para mantener protegida y humectada la piel, y ese mismo aceite corporal es el que eliminamos continuamente cuando nos bañamos, dejando así expuesta nuestra piel ante agentes externos. Recomendamos que entre cada baño haya un día de diferencia, a menos que sude y sea necesario tomar una ducha.
Cuida tu celular
Es algo de conocimiento público el hecho de que los objetos que más usamos suelen estar cubiertos de bacterias, y el que se lleva la corona es la pantalla de nuestro celular, ya que, a diferencia del resto de objetos, es común que olvidemos limpiarla.
En el mercado existen alternativas de toallitas para limpiar la pantalla de nuestro teléfono, pero algunas pueden incluso llegar a dañar la capa protectora que recubre la pantalla de nuestro teléfono, logrando así acortar la vida útil de esta y costándonos dinero antes de tiempo. Por cosas así se recomienda limpiar la pantalla mezclando alcohol con agua, en una proporción de 40/60, de esta manera lograremos limpiar y nuestra pantalla no sufrirá tanto.
Cepillarse los dientes
Incluso nuestros antepasados reconocían la importancia de una buena dentadura, por lo que luego de la invención de la pasta dental nos hemos asegurado de cepillarnos los dientes al menos una vez al día. ¿Pero qué sucede cuando lo hacemos con más fuerza de la necesaria?
El tono amarillento de nuestros dientes no es algo que se vaya solo por frotarse más fuerte, en realidad, al hacer esto solo logramos destruir la protección natural de nuestros dientes, el esmalte dental es muy importante a la hora de evitar las caries. Así que ya sabes, cepillarse está bien, pero hazlo con delicadeza.
Bajar el inodoro
Luego de que vamos al baño y hacemos nuestras necesidades llega la hora de despedirnos de esa parte nuestra que no extrañaremos, ¿qué puede salir mal si solo tienes que jalar la llave? Puede parecer algo muy sencillo y de hecho lo es, pero todo radica en un pequeño gran detalle, la tapa del inodoro.
Para logra que nuestros desechos bajen sin problemas, se libera una gran cantidad de agua que gira muy rápidamente y al hacerlo, provoca que el agua salpique y partículas se esparzan por el aire. Como puedes imaginar, nadie quiere partículas del inodoro flotando libremente por el baño, por eso, la próxima vez que vayas al baño recuerda bajar la tapa antes de jalar la cadena.
Regla de los 5 segundos
Es algo bastante conocida la creencia de que si por error dejamos caer algún alimento al suelo aún tenemos 5 segundos durante los cuales la comida está a salvo de las bacterias, así que recogerlo y luego comerlo no tiene mayores inconvenientes. Nos apena decirlo, pero esta podría ser la mentira más aceptada actualmente.
Las bacterias no son tan pacientes en el mundo real, apenas la comida entre en contacto con el suelo ya estará cubierta de millones de bacterias, por lo que la próxima vez que algo se te caiga al suelo, levántalo, pero arrójalo en la basura, tu salud te lo agradecerá.
Lavarse las manos no es tan simple
Lavarse las manos luego de ir al baño es algo que todos deberíamos hacer, ¿no? Pues no todos lo hacen y así lo demuestra un estudio reciente en el que se constata que 10% de las personas admiten no lavarse las manos luego de visitar algún baño público. ¿Pero qué hay de los que sí? Bueno, solo remojarse las manos no es suficiente para “lavarlas”.
Para un correcto lavado de las manos debemos pasar al menos 20 segundos enjuagando todas las áreas posibles, incluyendo la zona entre los dedos y siempre usando jabón. Así que ya sabes, de nada sirve mojarse las manos y luego irse sin más, ya que sería lo mismo que nunca haberse limpiado.
No dejes los platos remojando
Es complicado encontrar una persona que guste de lavar los trastes luego de haber cocinado, es bastante trabajo, ¿no? Por lo que algunas veces nos vemos tentados a simplemente dejar los trastes remojándose hasta el otro día para que la suciedad se afloje, pero esto no es nada saludable.
Es verdad que la suciedad será más fácil de sacar luego de algunas horas, pero las bacterias también habrán tenido más tiempo para desarrollarse y esparcirse por toda zona a su alcance. Imaginamos que esto te hará pensar más seriamente si en realidad vale la pena arriesgarse a una enfermedad solo por no lavar los trastes a tiempo.
Un cambio de aires para tu jabón
Todos tenemos una jabonera en nuestro baño, es casi un hecho, y agradecemos que siempre mantenga el jabón a nuestro alcance, pero hay un problema. Como bien sabemos, las bacterias aman los entornos húmedos, ¿alguna vez has secado tu jabonera luego de bañarte? Podemos apostar que no.
El jabón también se ensucia y su poder limpiador solo funciona cuando está húmedo, al secarse y estar siempre en el mismo lugar, las bacterias tienen tiempo de adherirse a su superficie y cubrirlo con una fea capa de microbios. Así que la recomendación de los expertos es esperar que tu jabón se seque y luego cambiarlo de lugar.
Navajas sin filo
La razón de ser de las navajas es que corten y cuando no pueden hacer esto correctamente incluso nos preguntamos si vale la pena seguir teniéndolas, aunque a veces nos enfrascamos en seguir usando esa vieja navaja que solo corta cuando la sostienes de una forma en especial. ¿Está bien ser así de tacaño?
Pues, como puedes imaginar, si la navaja ya no corta bien deberías buscarle reemplazo lo antes posible, ya que su filo se ha alterado y crea zonas con más filo que otras. Tener un filo dispar puede causar cortes inesperados y acumulación de bacterias en su hoja. No quieres una infección, ¿o sí?
Exfoliando la piel
Cuidar la piel es algo que todos deberíamos hacer, y algunos de nosotros tenemos rutinas especiales con cremas para mantenerla limpia y suave, ¿no debería haber nada malo con esto, cierto? Bueno, a tu piel no se le da bien lidiar con tanta limpieza.
El hecho de exfoliar tu piel y removerle toda la grasa natural que tienes sobre esta la expone a bacterias y posibles infecciones. Por eso, aunque sea bastante agradable, trata de dejar tiempo suficiente entre cada exfoliación y asegúrate de protegerte luego de cada una.
¿Toallas o secadores?
Algo que maravilla a los niños y hace que cada visita al baño sea especial son los secadores de manos, los niños se divierten muchos con ellos y en el proceso, ahorran papel, todos ganan o esa es la idea. Pero más allá de ahorrar papel, ¿es realmente higiénico para nosotros?
Aquí podemos entrar en debate entre cuál opción es mejor, si las toallas de papel o los secadores, pues bien, todo depende de con qué te sientas mejor. Según recientes investigaciones, las toallas se deshacen de las bacterias que cubren nuestras manos, mientras que el secador no las extermina, sino que las sopla.
Cuida tu salud y salva tu bolsillo
Cuando nos encontramos en el supermercado o en cualquier tienda, que lo más caro tiene que ser lo mejor, ¿no? Pues la realidad es que no siempre es así y es algo que se cumple con los jabones de baño, ya que aunque la fórmula de los jabones más caros tenga componentes distintos, no es tan diferente al jabón regular. Así que, ¿por qué gastar más por lo mismo?
Así que, ya sabes, al igual que no puedes juzgar un libro por su portada, tampoco puedes juzgar un jabón por su precio. Seguro puedes invertir en algo que contribuya más con tu higiene con ese dinero extra que no esperabas tener.
Adiós a los químicos
Existen todo tipo de personas y algunas de ellas les incomoda increíblemente la existencia de los gérmenes, por lo que invierten grandes sumas de dinero en tratar de exterminarlos, así que es probable que gaste en productos para esterilizar sus alimentos.
Pero según demostraron estudios recientes, a menos que la superficie haya estado en contacto con carne cruda, no hace falta invertir tanto en limpieza, ya que con agua común y corriente se logra un efecto bastante satisfactorio. Sin lugar a dudas, estas son grandes noticias para tu bolsillo.
Ahorra agua y tiempo
Existen pocos momentos tan agradables como cuando nos encontramos tomando una ducha con agua caliente, la sensación de agua corriendo por nuestro cuerpo logra que nos relajemos completamente y nos hace olvidarnos del mundo exterior, por eso no es raro que haya personas que duren largo tiempo en tal actividad, pero no es sano.
Según diversos estudios, largas duchas pueden conllevar a la pérdida del aceite natural que recubre nuestra piel y como bien sabrás, esta es nuestra capa de protección ante las bacterias del mundo exterior. Por lo que se recomiendan duchas más cortas.
Recicla lo que sea, menos esto
Siempre se nos ha inculcado la creencia de que debemos reciclar todo, que todas las cosas pueden tener varios usos y eso es cierto, pero cuando se trata de ese pañuelo con el que ya te sacudiste la nariz quizá no sea tan buena idea volver a hacerlo.
Luego de que nos sacudimos la nariz el pañuelo se encuentra contaminado de gérmenes y al volver a ponerlo sobre nuestro rostro solo logramos que estos gérmenes se traspasen a la superficie del rostro, lo que nos expone a infección. Así que, la próxima vez, bota ese pañuelo luego de que lo uses.
No los toques
Los granos en la cara son un problema que ha afectado a toda persona en algún momento y las ganas que hemos sentido por explotarlos y hacer que desaparezcan son indescriptibles, pero según los expertos de la salud esto no es nada recomendable y solo empeorará el problema.
Los granos son, en realidad, folículos inflamados y llenos de bacterias, por lo que al explotarlos solo logramos que esas bacterias se esparzan y se creen más granos. Por lo tanto, la solución para los granos son las cremas específicas para ellos y una fuerte voluntad para evitar que los explotemos.
Aunque no lo creas
A pesar de que lo que estás por escuchar pueda hacer que se erice el cabello de cualquier cocinero o chef respetado, lavar los alimentos tan minuciosamente no es algo tan necesario y útil como podrías haber creído en primer lugar.
De acuerdo a los científicos, al lavar tan minuciosamente los alimentos nos estamos privando de la oportunidad de fortalecer nuestro sistema inmune. Las bacterias y toxinas pueden ser peligrosas, pero nuestro cuerpo es capaz de defendernos bastante bien, alejarse completamente de ellas solo nos debilita y nos hace susceptibles a enfermedades graves.
Ducha caliente
¿Recuerdas aquella fatídica mañana donde tuviste que bañarte con agua fría? Podemos apostar que no te gustó demasiado, ¿no? La mayoría de las personas suelen preferir ducharse con agua caliente, ya que se siente mucho más agradable, pero a nuestro cuerpo no le va el agua caliente.
Nuestro cuerpo no es capaz de soportar temperaturas altas, la piel se daña y queda expuesta a bacterias y cortaduras más fácilmente. Por otra parte, bañarse con agua fría, además de despertarnos, mejorará nuestra circulación y fortalecerá nuestras defensas naturales, sin mencionar que también ahorrarás dinero.
Lo que oculta el sudor
Existe la creencia errónea de que ducharse luego de sudar es algo dañino para el cuerpo, ya que mientras más aceite tenga nuestra piel, más protegida estará. Pues bien, la realidad es muy distinta y tener tanto aceite sobre los poros no es nada recomendable.
Si evitas la ducha luego de una buena sesión de ejercicio con cantidades ingentes de sudor incluidas, te expondrás a tapar los poros de tu piel, provocando inflamaciones e infecciones que seguro dolerán y será poco atractivas. Así que, ya sabes, recuerda ducharte luego de hacer ejercicio, tu piel te lo agradecerá.
Frutas a temperatura ambiente
Pocas cosas han revolucionado tanto el mundo como la posibilidad de conservar fresca la comida durante largos periodos de tiempo y todo esto lo ha logrado el refrigerador. ¿Pero todos los alimentos necesitan realmente estar allí? Quizá esto te sorprenderá.
Puedes ahorrar espacio en tu nevera si cambias de lugar tus frutas, ya que se ha demostrado que al tenerlas a temperatura ambiente ellas comenzarán a producir probióticos naturales, los cuales nuestro intestino necesita. La próxima vez que vayas al supermercado, compra solo la fruta necesaria para pocos días, no hace falta tener toda la dotación de la temporada en tu refrigerador.
¿Papel o no papel?, he ahí el dilema
Es algo bastante habitual que, durante nuestra visita al baño, sea público o de algún amigo, que nos encontremos con el papel higiénico de toda la vida, ¿nada raro, no? Pero vale decir que existen otras maneras de limpiarte luego de ir al baño e incluso pueden ser más saludables tanto para ti como para el medio ambiente.
Algo que caracteriza al papel higiénico es que es seco y el papel acostumbra ser grueso, pues se ha evidenciado que nuestro cuerpo necesita algo con un tacto más agradable y es que el papel higiénico es tan áspero que daña nuestras partes privadas y nos hace propensos a enfermarnos. La sugerencia general es que prefiramos los bidés por encima del papel higiénico.
Grasa en el cabello
A todos nos gusta tener un cabello suave y brillante, pero que ese brillo se deba a la limpieza y no a la grasa que produce nuestro cabelludo. La grasa capilar es algo que la mayoría suelen considerar como asqueroso y recurrirán inmediatamente por un champú para remediar el asunto, ¿no?
Bueno, lamentamos informarte que la grasa que nuestro cuerpo produce es para garantizar que el cabello se mantenga saludable y fuerte. En caso que no cuente con esta capa protectora el cabello crecerá débil y quebradizo. Es toda una pesadilla, ¿no?
Cita con el dentista
Sin importar qué tanto te cuides la boca, nunca lo harás mejor que los expertos. Las bacterias aman los lugares de difícil acceso y podemos apostar que serán tan complicados de notar que incluso tú los omitirás, pero no tu dentista.
Muchas cosas pueden suceder en nuestra boca y cuando nos empieza a doler es que ya es bastante tarde. Las visitas al dentista deben ser para cuidados preventivos, y yendo dos veces por año puede bastar para mantener una salud dental excelente a lo largo de nuestra vida.
Besos caninos
Se puede decir que llevamos grabado en nuestros genes el amor por los perros, ¿y cómo no hacerlo? Son tan adorable y amigable que solo provoca abrazarlos y cuidarlos. Afortunadamente, ellos se sienten muy a gusto con nosotros y a veces demuestra este afecto a través de un húmedo beso canino. ¿Pero con qué ha estado jugando nuestro perro? Debe ser poco higiénico, ¿no?
La saliva del perro puede estar cargada con una gran cantidad de bacterias que entrarán en contacto con nuestro cuerpo, pero superado el hecho de ser asqueroso, también es beneficioso para nuestro organismo. El sistema inmunológico se fortalece a medida que entra en contacto con nuevas bacterias, toxinas y parásitos, por lo que los besos de nuestro perro nos ayudarán a ser más resistentes ante las enfermedades.
Cera de oído
La audición es un sentido que le da más intensidad a la vida misma y cuando lo vemos afectado, nos preocupamos. Existen personas que producen bastante cera de oído y por esto ven disminuida su capacidad auditiva, y tratan de remediarlo recurriendo a los hisopos, a pesar de que no se recomiende su uso para esta actividad.
Al introducir un hisopo en la cavidad auditiva lo que en realidad estamos haciendo es empujar la cera cada vez más adentro, dificultado así su expulsión natural. La cera cumple una función protectora del canal y al retirarla nos exponemos a sufrir infecciones y daños graves.
Adiós a los aromatizadores
Todo ser vivo necesita expulsar los desechos que su organismo produce y desafortunadamente, nunca huelen bien, así que natural que cuando vayamos al baño nos sintamos algo incómodos con el olor y tratemos de enmascararlo utilizando aromatizadores de ambiente, aunque esto sea dañino.
Los científicos realizaron estudios en donde encontraron pruebas de que los aromatizadores de ambiente en realidad podrían estar perjudicando más de lo que ayudan y es que nos exponen a dolores de cabeza, náuseas, ataques de asma e incluso a sufrir dificultades con la memoria. Quizá un simple incienso sea mejor.
Las máquinas de afeitar también necesitan un baño
Parte importarte en la rutina de todo hombre por las mañanas es darse una buena afeitada antes de ir a trabajar y luego de que su misión está cumplida, proceder a lavar su máquina, ¿pero alguna vez te has puesto a pensar si lo estás haciendo bien?
Una máquina de afeitar mojada, al igual que con cualquier otra cosa mojada, es un lugar ideal para el cultivo de bacterias y gérmenes que puedan enfermarnos y nadie quiere pasarse algo así de sucio por la cara. Por lo tanto, te recomendamos que la próxima vez te asegures de que tu máquina se ha secado correctamente antes de guardarla.
Jabones perfumados
La sensación de limpieza que acompaña siempre el uso del jabón es algo con lo que todos nos sentimos muy cómodos y si a esto le sumamos un aroma agradable la experiencia se hace mucho mejor, pero hay un problema con estos jabones perfumados que podrían costarnos caro.
La realidad es que la piel humana es muy sensible luego de retirar el aceite que la recubre y el jabón, además de limpiarla, también puede lastimarla y causar reacciones alérgicas graves. Incluso, en persona con piel sensible el daño puede ser difícil de reparar, es por esto que recomendamos utilizar jabones neutrales, sin esencia y que únicamente se encarguen de limpiar.
Cuidado con la toalla
La hora de ducharnos es increíblemente relajante la mayoría del tiempo y sentir el agua correr nos hace transportarnos a otro mundo, pero luego de cerrar el agua lo primero que deseamos es secarnos todo el cuerpo y desaparecer toda esa agua lo antes posible. Es en este momento donde podríamos cometer un grave error.
En nuestro afán por secarnos rápidamente podemos llegar a frotarnos con demasiada fuerza con la toalla, esto, obviamente, no es algo que nuestra piel agradezca y puede dañarla gravemente. Así que, la próxima vez que te vayas a secar hazlo con cuidado y delicadeza, a fin de cuentas, es tu piel, no un pedazo de madera que necesites lijar.
Ellas también necesitan lavarse
Ya saliste de la ducha, te secaste con cuidado y procedes a vestirte, pero, ¿qué hay de tu toalla mojada? Las toallas siempre tocan nuestra piel y se encargan de secarla, en el proceso también se llevan piel muerta y polvo, lo cual queda sobre su superficie esperando a que la vuelvas a usar.
Por lo mismo, las toallas necesitan ser lavadas semanalmente. En caso de que no lo hagas te podrías exponer a una desagradable alergia cutánea. El cuidado que debemos tener con todas las cosas que tocan nuestra piel debe ser el óptimo, sino nuestra salud se verá afectada.
Lavarse la cara no siempre es recomendable
Lavarse la cara es algo bastante recomendable si sientes que está sucia porque, bueno, si lo sientes seguro algo podrá notar el resto de personas, ¿no? Pero existen límites a la hora de cuándo y qué tan profunda debe ser dicha limpieza.
Lavarse la cara solo con agua fría no debería ser mayor problema, pero las cosas se complican cuando agregas agua caliente y mucho jabón. El jabón reseca la piel y el agua caliente la afecta negativamente, por lo que puedes imaginar que juntos harán desastres. Podemos concluir que, antes de limpiarte en realidad estabas menos expuesto a las bacterias que luego de hacerlo, ¿increíble? Pues ya lo sabes.
Los dientes no son naturalmente blancos
Así como lo lees, los dientes realmente no tienen por qué ser completamente blancos y a pesar de que nos encante una sonrisa resplandeciente, no la conseguirás fácilmente. Por lo cual, podrás querer someterte a prácticas como la de usar tiras blanqueadoras, ¿qué podría salir mal?
Las tiras blanqueadoras se encargan de que tu sonrisa sea lo más blanca posible, pero tristemente conlleva un costo importante, ¿Cuál? La pérdida de tu esmalte dental, y como hemos dicho anteriormente, tus dientes están protegidos por su esmalte y cuando este desaparece no son buenas noticias, al menos no para ti, porque las caries amarán los dientes sin esmalte.
Bacterias en nuestro entorno
Es algo común creer que las bacterias son capaces de vivir indefinidamente en cualquier superficie de nuestra casa y por ello tratamos de limpiar cada rincón de nuestro hogar cada vez que podemos, incluso llegando a transformarlo en una obsesión.
Sin embargo, y contra la creencia popular, las bacterias también son seres vivos y a menos que puedan alimentarse de algo, mueren. Por esta razón, pasadas algunas horas de haber abandonado a su huésped, ellas mueren y todo queda “limpio”. Ya no hace falta que limpies todo tanto tantas veces.
En la amistad está la salud
A veces puede suceder que estemos comiendo algo con alguna otra persona y nuestro estómago sencillamente no dé para más, en tales ocasiones nos veremos entre la duda de si pedir otro cubierto o compartir el mismo, pero esto no puede ser higiénico, ¿cierto?
Pues, según expertos, puedes irte ahorrando las molestias de pedir otro cubierto y simplemente compartir el mismo, ya que se ha demostrado que compartir saliva es bastante saludable y mejora el sistema inmunológico. No tengas miedo a compartir con tus amigos, a fin de cuentas, así fortalecen su amistad y su sistema inmune.
Mascarillas faciales
Las mascarillas faciales son símbolo de elegancia, belleza y glamour, ¿así que cómo podríamos odiarlas? Son parte fundamental de la rutina de cuidado facial de cualquier persona. Aun así, hay momentos mejores que otros para aplicarse una, y puede que no sea cuando estás pensando.
Lo normal es creer que luego de bañarnos nuestra piel se encuentra más limpia y eso es cierto, pero aparte de limpia, también está seca, y es por esto que las mascarillas perderán efectividad y el resultado no será el esperado. A fin de cuentas, toda la humedad extra que aporta la mascarilla será absorbida por el desierto que es nuestra cara y todo quedará igual que antes.
Beber mucha agua
Durante toda la vida nos han recordado la gran importancia de mantenernos hidratados, a fin de cuentas, el cuerpo humano es más agua que otra cosa y cosas malas pasan cuando ese balance se altera. Pero de lo que pocos hablan es lo perjudicial que puede llegar a ser el exceso de agua en el organismo.
La creencia popular dicta que 2 litros de agua diarios son lo óptimo, pero en realidad eso puede ser excesivo. La cantidad que debas ingerir depende de la actividad que hayas hecho durante el día y el clima que haga. Por ejemplo, si solo has estado en casa y el clima es frío, 2 litros de agua serán demasiado para tu cuerpo, pero serán muy poco si estás haciendo ejercicio en pleno verano.
Cepillarse después de comer
Esto es algo bastante común, ¿no? Siempre se ha dicho que debes cepillarte los dientes después de cada comida y eso es cierto, pero debe pasar cierto tiempo antes de hacerlo o podrías estar destruyendo tus dientes más que ayudándolos.
Sucede que después de cada comida y más si comimos algo ácido, el ph de la boca baja y se convierte en un entorno ácido. Los dientes no se llevan bien con el ácido y si pasas a cepillarte estando en esas condiciones estarás frotando ácido contra los dientes, debilitándolos y exponiéndolos a caries. La recomendación es esperar al menos 1 h antes de cepillarte.
Romper la rutina
La vida laboral nos obliga a seguir ciertos horarios, tanto para despertar como para dormir, pero, ¿qué sucede con los días libres? Nuestro cerebro es como una computadora y ama las rutinas, y cuando le alteramos algo que ya conoce bien, se descontrola. Por lo que ese despertar tardío en tus días libres podría traer más consecuencias que beneficios.
En caso de que te acuestes más tarde de lo usual y despiertes a deshoras tu cerebro siente que le han dado la vuelta a todo lo que conoce, por lo que puede producir hormonas capaces de provocar fuertes dolores de cabeza y malestar general. Así que el próximo día libre trata de mantener tu rutina, te sentirás mucho mejor que si no.
Café
Despertarse por la mañana y tomarse una taza de café para despertarnos y obtener energía antes de partir al trabajo es parte de la rutina de un gran porcentaje de la población, pero ciertas personas lo llevan al límite, llegando a arriesgar su salud.
Una alta ingesta de café puede afectar el sistema cardiovascular y neurológico, induciendo así un estado de agitación y nerviosismo. Además, no todos pueden tomar café, las personas con anemia, problemas para dormir y con naturaleza nerviosa debería evitar a toda costa el consumo de cafeína.
No protegerse del sol
Los rayos solares permiten que el cuerpo humano produzca vitaminas necesarias para su correcto funcionamiento y cuando no se toma suficiente sol pueden surgir deficiencias graves que se sienten por todo el organismo. Pero en exceso también es sumamente perjudicial.
Sin importar si eres de piel oscura, tu piel puede absorber demasiados rayos solares y a largo plazo puede incluso incrementar las probabilidades de desarrollar cáncer de piel. Por esto te recomendamos encarecidamente siempre usar bloqueador solar, incluso en tu día a día.
Gel antibacterial
La pandemia actual ha llevado a gran parte de la población a vivir con un gel antibacterial en los bolsillos a fin de evitar la proliferación y esparcimiento de bacterias. Esta práctica, desde el punto de vista de los epidemiólogos es bastante recomendable para controlar la pandemia, pero tiene un efecto secundario.
Aparte de eliminar a las bacterias, también reseca la piel de las manos y las expone a posteriores lesiones o infecciones, ¿bastante curioso, no? Por esto lavarse las manos con gel antibacterial cada pocos minutos no sería lo mejor para tu piel, pero es un riesgo que todos estamos dispuestos a correr para evitar daños mayores.